miércoles, 18 de enero de 2012

Cuento para Dramatizar.


LA PRINCESA ULA.
Cuento en el que una princesa curiosa descubre una sucesión de cuevas cada vez más grandes y luminosas hasta que llega a la última donde trabajan unos enanitos a los que canta su canción. En la canción empiezan cogiéndose de los dedos meñiques, manos, codos, brazos por los hombros, baile en parejas. Recordad que la canción puede ser cualquiera que os sirva para trabar el cuento y el trabajo de expresión y contacto.

Ula es una princesa y, como todas las princesas, vive en un castillo que, como todos los castillos, está rodeado de un hermoso bosque. La princesa Ula es muy curiosa y todos los días, después de tomar su desayuno, sale a pasear y descubre nidos de pájaros, madrigueras de conejo y escondites de muchos animales. Un día descubrió un agujero, muy extraño, detrás de unos matorrales y como era tan curiosa decidió entrar para ver que misterios escondía. Se tuvo que arrastrar por el suelo para poder entrar y... encontró una cueva muy grande y oscura (vamos haciendo gestos).- Se puso de pie y al fondo vio una diminuta luz, y se uso a caminar hacia ella. Al llegar hasta ellas descubrió que procedía de un agujero pequeño( señalamos una altura media) y como era tan curiosa... entró ( a gatas...
La historia se repite y ya sabéis que el agujero cada vez se va haciendo más grande hasta que al final pasa sin tener que agacharse. (Vamos trabajando tamaños y la duración de esta parte del cuento la dejo para vosotras).
Al fin entró en una cueva MUUUUCHO MÁS GRANDE y LLENA DE COLORES- ¿Qué colores vio en ella? Verdes, amarillos, rojos, blancos... ( con las manos vamos indicando el lugar donde están los colores. Eran piedras preciosas, bonitas y brillantes que estaban en las paredes de la cueva, De pronto escuchó unos ruidos... toc, toc, toc,. Chrrrr chrrr chrr. Choff, choff, choff.
Eran unos enanitos que estaban trabajando y en ese instante recordó los cuentos de duendes que su abuela, la Reina Madre, le contaba cada noche al acostarse. ¡Eran ciertas las historias que le contaba!. Emocionada se escondió detrás de una roca y se puso a pensar en lo que haría... Recordó que en las historias que le contaba su abuela los enanitos eran seres muy trabajadores que extraían piedras preciosas de la tierra para guardarlas entre sus tesoros... y también recordó que era seres a los que fascinaba la misiva pero que apenas si se miraban y por su puesto no les gustaba tocarse y sentir el calorcito de las manos de las demás. Así la princesa Ula comenzó a cantar su canción.
Ula, le ula le ula ula lero le Ula Ula Ula la. (Bis). Al escuchar la canción los enanitos dejaron de trabajar y comenzaron a mover sus orejas en busca del lugar de donde procedía el sonido. La princesa Ula salió de su escondite, se presentí y preguntó a los enanitos si habían sentido la magia de la música ellos dijeron que no y Ula les pidió que se cogieran de los dedos meñiques y que cantaran con ella. Al terminar volvió a preguntar si habían sentido la magia, ellos volvieron a decir NOOOO y les pidió que se cogieran de las manos... (Los brazos, los hombros, la cintura... Al final los enanitos cuando la princesa les preguntó si habían sentido la magia dijeron que sí y todos bailaron, de dos en dos, y cantaron la canción

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